El fraude escolar es un delito que recientemente se ha vuelto más prominente en toda América. La mayoría de las personas ni siquiera están conscientes de lo que implica este delito, y aquellos que lo están, están indignados de que alguien intente engañar o estafar un lugar de aprendizaje y educación. Si bien parece impensable, el hecho es que este tipo de delito se está volviendo más frecuente.
En un caso reciente en Denver, se acusó a una escuela de crear una clase ficticia para tratar de dar la apariencia de que sus números de inscripción eran más altos de lo que realmente eran. En otro caso, se acusó a una mujer de Nueva York de robar el dinero que se suponía que se usaría para un próximo evento escolar. En otro caso aún, se acusó a un proveedor de equipo deportivo de Pensilvania de estafar millones de dólares a las escuelas facturando por trabajos que no se hicieron, inflado los precios y cobrando pagos duplicados.