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En marzo de 2005, Texas City fue sacudida por una explosión de refinería que mató a 15 trabajadores y lesionó a 170 más. La explosión ocurrió cuando una nube de vapor de hidrocarburos explotó en la unidad de proceso de isomerización ISOM en una planta de BP. La refinería de Texas City involucrada era la segunda más grande del estado y la tercera más grande de todos los Estados Unidos. Esta masiva explosión desencadenó investigaciones a nivel estatal y federal. Las investigaciones concluyeron que una serie de fallas organizacionales, incluido el mantenimiento deficiente, la falta de inversión en la infraestructura de la planta, el recorte de costos corporativos, la falta de supervisión corporativa, la capacitación inadecuada de los operadores, la falta de supervisores competentes y los procedimientos de trabajo ineficaces, todos combinados para causar el accidente fatal.
El negocio de refinería de petróleo y petroquímica siempre ha sido considerado una de las industrias más peligrosas para trabajar, un hecho destacado por el número de explosiones de refinería que han ocurrido en los últimos años. La demanda mundial de petróleo ha creado una actitud dañina de beneficios sobre la seguridad de los trabajadores, a pesar de los esfuerzos de OSHA para mejorar las prácticas de seguridad.
Otras explosiones de refinería importantes incluyen una explosión de 1984 que mató a 19, una explosión de Louisiana de 1988 que obligó a 3.000 residentes a evacuar y, más recientemente, una explosión de 2010 que mató a siete. En cada una de estas explosiones, la negligencia, a menudo atribuida a la falta de mantenimiento o prácticas de recorte de costos, se creía que contribuía a la explosión.
Prevención de explosiones de refinería
Demasiado a menudo, las explosiones de refinería son, al menos en parte, el resultado de la reluctancia de la empresa a invertir en reparaciones y reemplazo de equipos defectuosos. Por ejemplo, la explosión de la refinería de Texas de 2005 se rastreó, en parte, a tuberías corroídas que estallaron y arrojaron peligrosos productos químicos al aire. Los sistemas de alarma de la planta también estaban fallando, lo que impidió que el peligro fuera reconocido antes de que pudiera ocurrir una explosión. Estos fueron solo algunos ejemplos de la negligencia masiva que dio lugar a esa explosión mortal.
La prevención de accidentes de refinería requiere el máximo cuidado y diligencia en el manejo de productos químicos y todos los equipos que se utilizan en el proceso de refinería. Todos los líquidos inflamables deben almacenarse de forma segura de acuerdo con la política federal y de la empresa. Los tanques y contenedores deben inspeccionarse regularmente y comprobarse la presión con regularidad para detectar cualquier aumento en los niveles de gas. Los edificios que no estén protegidos en caso de explosión deben mantenerse alejados de áreas peligrosas.
Una serie de reglas federales rigen los procedimientos de capacitación y seguridad que deben seguirse en una refinería. Los trabajadores deben capacitarse en todos los procedimientos de seguridad para poder prevenir explosiones de refinería. Los empleadores deben mantener los sistemas de alarma adecuados para advertir situaciones peligrosas. El personal adecuado es imprescindible para garantizar que las condiciones de trabajo sean seguras, ya que un personal insuficiente podría conducir a inspecciones omitidas, mantenimiento deficiente y otros comportamientos nocivos que conducen a explosiones de refinería.
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