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La malla transvaginal es un procedimiento médico que originalmente se pensó que sería una solución para millones de mujeres que tienen prolapso de órgano pélvico o incontinencia urinaria de esfuerzo. Si bien el procedimiento originalmente se pensó que sería una cura útil, ha causado que miles de mujeres sufran resultados dolorosos y devastadores. Para muchas víctimas de la malla transvaginal, los resultados del procedimiento fueron más dolorosos y dañinos que sus condiciones originales.
Originalmente, la FDA aprobó una variedad de procedimientos de malla transvaginal, esperando que trajeran curas para millones de mujeres en todo el mundo. La FDA aprobó productos de malla para reparación del suelo pélvico, prolapso de órgano pélvico y incontinencia urinaria de esfuerzo. La FDA afirma que los productos ya se habían utilizado en otras partes del cuerpo y se habían demostrado seguros y sin complicaciones.
Si bien los productos pueden no haber tenido ninguna complicación cuando se usan en conjunto con la cura de hernias u otros procedimientos médicos, nunca se probaron para su seguridad cuando se usan en cirugías de malla transvaginal. Este pequeño error desde entonces se ha convertido en un gran problema, ya que las mujeres confiadas fueron a la cirugía y salieron con resultados desastrosos. Los problemas comenzaron en 1999, cuando Boston Scientific retiró alrededor de 20.000 unidades de malla ProtoGen porque estaban dando a los pacientes complicaciones después de la cirugía.
La FDA tomó nota de la recuperación, pero no descartó otros productos similares. Las mujeres que se quejaban de dolor dijeron que el coito se había vuelto particularmente doloroso después de su cirugía y estaban experimentando síntomas de erosión vaginal. Más fabricantes comenzaron a informar que los dispositivos de malla estaban provocando complicaciones después de un prolapso de órgano pélvico, y más mujeres comenzaron a llamar con preocupaciones. La FDA finalmente emitió una alerta de salud sobre los productos de malla en 2008, pero fue solo una advertencia que afirmaba que las complicaciones eran raras.
Después de este informe de salud, alrededor de 2.800 mujeres se quejaron de dolor después de su cirugía. En julio de 2011, la FDA emitió otra advertencia que especificaba que las complicaciones no están vinculadas a una marca particular de malla. La FDA finalmente emitió nuevos estándares en septiembre de 2001, que requieren que todas las empresas que crean productos de malla pasen por una rigurosa prueba antes de que el producto pueda ser aprobado. El error médico ha causado que miles demanden a sus médicos y a las empresas fabricantes que crearon los productos de malla transvaginal.
Muchas de las demandas involucran diferentes productos de malla de empresas como Johnson & Johnson, AMS, Boston Scientific o C.R. Bard. Si ha tenido un implante de malla transvaginal y ahora está experimentando complicaciones como millones de otras mujeres, entonces querrá comunicarse con un abogado de lesiones personales de Texas hoy para obtener más información. Podemos informarle sobre sus derechos e investigar su caso para ver si merece daños por su sufrimiento. ¡Comuníquese hoy con un abogado de Zinda Law Group para comenzar!