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La vida en el “Estado del Sol” significa que hay muchas piscinas para proporcionar la forma perfecta de relajarse, refrescarse y divertirse. Sin embargo, un hermoso día para la piscina, la playa o el parque acuático puede convertirse rápidamente en una pesadilla cuando un niño resulta gravemente herido o se ahoga. En los Estados Unidos, el ahogamiento es la segunda causa de muerte por lesiones accidentales en niños de uno a catorce años, y cada año hay suficientes niños que se ahogan en Florida para llenar tres o cuatro salones de preescolar.
Después de los accidentes de ahogamiento en la piscina, muchas familias de víctimas quedan con cargas financieras y emocionales significativas, así como incertidumbre sobre qué hacer a continuación. Los abogados de lesiones de Zinda Law Group son compasivos y experimentados en la representación de víctimas de ahogamiento y sus familias para ayudarlos a buscar la compensación que merecen. Llámenos hoy al (800) 863-5312 para una consulta gratuita con abogados experimentados en Florida.
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Causas comunes de ahogamiento infantil
En los Estados Unidos, el ahogamiento es la causa principal de muerte accidental para niños de uno a cuatro años, y en promedio, 356 niños menores de 14 años se ahogan en piscinas y spas cada año. Desafortunadamente, Florida no es una excepción, y tiene una de las tasas de muerte por ahogamiento accidental más altas del país. Cuando los niños no se ahogan, todavía pueden quedar con graves lesiones; en todos los Estados Unidos, por cada niño que muere por ahogamiento, otro cinco reciben atención en el departamento de emergencias por lesiones por sumersión no fatales.
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Falta de guardavidas o supervisión
Los niños siempre deben estar supervisados cerca y en cualquier cuerpo de agua, incluidas las piscinas, bañeras y playas. Incluso cuando hay un guardavidas presente, los padres todavía deben observar a sus hijos en todo momento. Para los niños menores de cinco años o que son nadadores débiles, la Academia Americana de Pediatría recomienda que los padres estén a un metro de sus hijos cuando estén nadando, ya que cuando los niños se quedan sin supervisión, las posibilidades de ahogamiento aumentan.
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Falta de advertencias de seguridad
Los parques acuáticos, hoteles y piscinas comunitarias están obligados a publicar ciertas advertencias de seguridad, como la profundidad del agua, zonas de “no buceo” o advertencias para superficies especialmente resbaladizas. Cuando la gente no conoce la profundidad del agua, especialmente los niños pequeños que aprenden a nadar, pueden creer que pueden tocar el fondo de la piscina en un área que en realidad es mucho más profunda y ahogarse.
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Equipo de piscina roto
Cuando el equipo de la piscina está roto, defectuoso o no funciona como se esperaba, los niños pueden quedar atrapados bajo el agua y ahogarse. Los escalones o escaleras rotos pueden hacer que un niño resbale, golpee su cabeza y quede inconsciente. Los desagües defectuosos pueden succionar el cabello o prendas de vestir al sistema y mantener a un niño bajo el agua, lo que puede resultar en lesiones graves o la muerte.
Falla para crear una barrera para la piscina
Las vallas y puertas de la piscina ayudan a prevenir que los niños pequeños ingresen a un área de la piscina sin un supervisor. Las piscinas más seguras tienen vallas en los cuatro lados, que son de al menos cuatro pies de altura, y tienen cerraduras. Cuando los propietarios de casas, pozos de natación de vecindarios o piscinas comerciales no cercan adecuadamente sus piscinas, aumentan las posibilidades de un ahogamiento accidental.
Superpoblación
Cuando las piscinas están superpobladas, los guardavidas pueden no poder monitorear con seguridad a todos los nadadores. Si un niño está en peligro, un guardavidas puede no responder inmediatamente a un niño que se está ahogando.
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