El transporte por tubería es el medio por el cual la industria del petróleo y el gas lleva su producto crudo desde el sitio de perforación hasta la refinería. Una vez que el crudo llega a la refinería, puede ser convertido en una variedad de productos petroquímicos diferentes, como petróleo, combustible y biocombustibles. Los gasoductos llegaron a la escena a finales del siglo XIX. Desde entonces, han sido considerados en gran medida como la forma más económica de transportar el producto crudo. Estas tuberías pueden correr por encima o por debajo del suelo, dependiendo del tipo de terreno que deba atravesar la tubería. Por ejemplo, los gasoductos que pasan por áreas residenciales probablemente estarán situados bajo tierra y fuera del camino.
Las principales alternativas para transportar gas por tubería son camiones de carga y trenes, pero estos métodos son mucho más costosos y no permiten transportar tanta cantidad de producto a la vez. El petróleo que se extrae en sitios en alta mar suele ser transportado por medio de buques petroleros, en lugar de tuberías submarinas, aunque estas últimas existen. En 2008, la economía de Estados Unidos cayó en lo que ahora se conoce como “La Gran Recesión”. Cuando comenzaron los problemas financieros de nuestra nación, el mercado de la construcción de gasoductos de petróleo aumentó. ¿Por qué? Simplemente porque el petróleo se puede traducir en ganancias y empleos.